ABLACIÓN POR RADIOFRECUENCIA EN ESÓFAGO DE BARRETT



La radiofrecuencia endoscópica utiliza energía térmica para ablacionar la capa superficial del esófago donde se localiza el tejido característico del Esófago de Barrett (EB).
El esófago de Barrett (EB) (reemplazo del epitelio del esófago por un epitelio de tipo intestinal), se desarrolla en parte como consecuencia de la injuria crónica del contenido gastroduodenal sobre la mucosa esofágica y se considera un factor de riesgo de adenocarcinoma (ADC) esofágico.
El manejo del EB tiene dos objetivos:
1) Tratar la enfermedad por reflujo
2) Evitar el aumento de la incidencia de cáncer de esófago.

Las estrategias dirigidas a prevenir esta seria complicación son:
a) La erradicación del epitelio metaplásico o displásico
b) Vigilancia endoscópica a los efectos de detectar lesiones en estadios tempranos.
Recientemente se han desarrollado nuevas terapias para la erradicación del esófago de Barrett. Los más aplicados son:
• La terapia con argón
• La resección endoscópica de la mucosa
• La crioterapia
• La terapia fotodinámica
• La ablación por radiofrecuencia (ARF).

Este último método utiliza energía térmica para ablacionar la capa superficial del esófago donde se localiza el tejido característico del EB y estimula el proceso de reepitelización donde el epitelio patológico es reemplazado por un epitelio normal.
La ARF se realiza de manera controlada, lo que le confiere mayor seguridad. Estudios recientes han demostrado que se trata de un método confiable con una baja tasa de complicaciones y de una disminución de la progresión al cáncer del esófago.
El sistema incluye un catéter balón y dispositivos montados endoscópicos que entregan una ráfaga corta de energía ablativa de alto poder al epitelio esofágico anormal. Esta energía provee tratamiento uniforme hasta una profundidad de 500 µm. Esta profundidad involucra únicamente a la capa mucosa, por lo tanto, el riesgo de estenosis es significativamente menor comparado con otras técnicas ablativas.