Manometría Esofágica



Al paciente se le pide que respire con normalidad por la boca mientras el explorador introduce lentamente la sonda por una fosa nasal; posteriormente se le solicita que comience a respirar por la nariz hasta que la sonda queda colocada en el esófago o en el estómago.
Antes de comenzar la exploración se retiran las prótesis dentales.
Permite estudiar el funcionamiento de la motilidad esofágica y de los esfínteres esofágicos superior e inferior y detectar alteraciones en sus movimientos (ejemplos: espasmos del esófago, acalasia).
La observación de la apertura y el cierre de los esfínteres esofágicos es necesaria para valorar el paso correcto de los alimentos desde la boca hasta el estómago.
Es importante la determinación de la presión del esfínter esofágico inferior y su correcto cierre en personas que presentan sensación de acidez, de ardor o dolor retroesternal o neumonías a repetición. La manometría esofágica también permite medir la distancia entre la fosa nasal y el esfínter esofágico inferior para realizar la pHmetría.
Permite además comprobar la eficacia de determinados tratamientos quirúrgicos o no quirúrgicos que afecten a la motilidad del esófago.

¿Qué se siente durante el estudio?
Después de la exploración el paciente puede notar leves molestias en la garganta o un ligero sangrado que desaparece en poco tiempo.

¿Qué sucede después de la exploración?
Después de la exploración, puede notar ligeras molestias en la garganta, que desaparecen en poco tiempo. Esta prueba no tiene complicaciones importantes y, tras la exploración, puede comer y realizar vida normal.

¿Cuáles son las indicaciones más habituales?
Dificultad para la deglución (disfagia) | Dolor torácico | Reflujo gastroesofágico

La manometría de alta resolución (MAR) permite obtener un completo mapa topográfico de las paredes del esófago que, según han concluido varios estudios publicados en revistas científicas de referencia, constituye la mejor herramienta para el diagnóstico preciso de distintos trastornos funcionales digestivos.
Con esta tecnología podemos realizar un diagnóstico mediante una sonda dotada de 36 sensores. Esto permite conocer con mayor precisión el funcionamiento del esófago en cada uno de sus segmentos midiendo la presión que ejercen las contracciones del músculo esofágico. La manometría de alta resolución, prueba diagnóstica de referencia para trastornos esofágicos. Con esta técnica podemos observar dónde se localiza el problema y en qué consiste, de manera más rápida y más precisa que mediante las técnicas convencionales.
Varios estudios destacan la MAR en el diagnóstico de patologías como la acalasia, el reflujo gastroesofágico o la hernia de hiato (entre otros). Esta tecnología ha permitido la creación de la llamada 'Clasificación de Chicago de los Trastornos de Motilidad Esofágica', para que todos los especialistas que usan la MAR puedan hablar un mismo lenguaje en todo el mundo.
Mediante esta tecnología podemos determinar que existen distintos subtipos de acalasia que son clínicamente relevantes.
En síntesis esta tecnología reduce el número de diagnósticos erróneos y puede orientar al tratamiento más apropiado para cada caso en particular.